
¿Por qué acudir a Terapia?
A lo largo del ciclo vital, pasamos por circunstancias difíciles que nos ponen a prueba. Podemos sertirnos perdidos sin saber qué hacer, desesperanzados porque nos cuesta creer que las cosas pueden cambiar, ansiosos por no rendir todo lo que nos gustaría, doloridos por haber sufrido pérdidas, pequeños o sin valor si nuestra autoestima no está en el mejor de sus momentos…
¿Y sabes? Es normal, forma parte de la vida.
La diferencia es que cuando transitamos esos momentos en compañía de un profesional, somos capaces de aprender de las vivencias, ponerlas a nuestro favor y salir fortalecidos. Renacemos más sabios y más sanos.

¿Qué me voy a encontrar en la primera visita?
Antes de acudir al que será nuestro espacio, mantendremos una conversación telefónica donde podremos ponernos voz y tener un primer acercamiento.
Valoraré tu demanda y si la puedo atender, te daré una cita. Si veo que lo que necesitas no está a mi alcance, te derivaré a otro profesional de mi confianza para que te acompañe en el proceso.
Una vez que llegues a mi consulta, encontrarás un espacio cálido y acogedor. Por mi parte, te ofreceré una escucha activa y sin juicio.
Es importante que sepas que la terapia es un proceso, y que dependiendo del caso, nos llevará más o menos sesiones. No podemos resolver un problema de meses o años en una sóla sesión, ¡ya me gustaría!

Me da vergüenza contar “mis cosas” a una desconocida
Lo entiendo, no es fácil. Cada uno tenemos nuestros tiempos y es un gran acto de valentía dar el paso. Lo que te garantizo es que no te vas a arrepentir cuando sientas lo liberador que resulta. Además, estoy sujeta a secreto profesional por el Código Deontológico del Psicólogo, puedes tener la seguridad de que lo que hablemos en consulta no saldrá de ella.
¿Para qué me va a servir?
Cuando ponemos en palabras nuestros miedos, sentimientos, preocupaciones etc, podemos tomar una cierta distancia para darnos cuenta de que «yo no soy mi problema», «yo no soy mi miedo», «yo no soy mi preocupación». Soy mucho más que eso. Esta forma de tomar perspectiva y relativizar no sólo alivia el dolor, sino que facilita la resolución del problema y el aprendizaje de estrategias. Te servirá para conocerte, desarrollar tus fortalezas y aceptar tus debilidades. Aprenderás herramientas para relacionarte contigo mismo y con los demás, superarás miedos, decepciones, bajos estados de ánimo, adicciones etc. En definitiva, ampliarás tu mirada y podrás llevar una vida más plena y feliz.
¿Qué tipo de terapia haces?
Cada persona es única e irrepetible y vive sus circunstancias de forma muy personal, aunque la paradoja es que los dolores humanos son universales. En mis sesiones trabajaremos a nivel cognitivo, emocional y sistémico, sin dejar de lado la dimensión espiritual si a ti te resuena y es parte importante en tu vida.